No soy de aquellos que añoran tiempos pretéritos y que se suman alegremente al mito extendido de que “todo tiempo pasado fue mejor”.
Aunque no dejo de reconocer que por estos lares, entre algunas cosas vetustas y el presente, han quedado cuentas pendientes que nunca se terminan de saldar, pese a la recurrencia en su discusión.
El problema no es que no se salden, sino que esas deudas, conducen a una suerte de regresión malsana, lesiva de derechos que hacen a la dignidad y la calidad de vida de los trabajadores y de sus familias.
En estos momentos en la provincia de Santa Fe y creería que en muchos otros lados, se debate por parte de autoridades, entidades empresariales y sindicatos, la puesta en vigencia, efectiva y real, del descanso dominical.