lunes, 16 de febrero de 2015

CASO NISMAN: DISLATE 10 – RACIONALIDAD 0

Recientemente un Fiscal de la Nación que acertado o no, investigaba, quiero creer que imparcialmente, una cuestión sensible de Estado, como fue el atentado a la AMIA, ha muerto, en circunstancias cuando menos dudosas y todos deberían, por prudencia, antes de emitir una opinión al respecto, esperar que la justicia dilucide el caso.

A partir de este hecho luctuoso y preocupante, se ha desatado en el país un verdadero aquelarre al que nadie quiere faltar, comunicacional, político e institucional, pocas veces visto, que casi nada aporta al esclarecimiento del hecho ni a la tranquilidad general, y que engrosa el “rating de la muerte”, al que algunos medios nos tienen  acostumbrados.

El Gobierno que se cree poseedor de todas la verdades y la oposición, fogoneada por sectores de la prensa e intereses visibles y no tanto, aportan jugosamente su granito de arena a la confusión general.

Debo confesar que ninguno de los que ha opinado sobre el caso (seguramente hay excepciones) me ha sorprendido por el tino, la prudencia, corrección o sensatez de sus planteos.

REALIDAD SOCIAL, EL CIRCO ROMANO Y FÚTBOL PARA TODOS

La historia que siempre vuelve y que no hay nada nuevo bajo el sol, son dos constantes en el devenir de los pueblos.

En una descripción de la realidad social de Roma antigua, efectuada por sus contemporáneos y citada por Juan Eslava Galán en su trabajo La Roma de los Césares (1), veremos pintadas a muchas de las ciudades actuales.

Si no dijera el lugar, pensará que hablo de la capital de nuestro país, al decir: “Un cuarto de la población padece hambre física. Los que tienen vivienda se hacinan en superpoblados edificios de los barrios bajos cuyas destartaladas ventanas dan a las lujosas mansiones rodeadas de jardines de los ricos o a las casas unifamiliares, con una docena de habitaciones, de la clase media.”  Ya sé, pensó en las villas y los puertos Madero de los nuevos ricos y famosos.

 "Muchedumbres de personas abandonan voluntariamente su país natal y llegan a Roma atraídos por su propia ambición o por necesidades de los cargos públicos que desempeñan. Otros, lo que buscan es un lugar rico en vicios para engolfarse en ellos o anhelan únicamente recrearse en los espectáculos públicos. Unos vienen a vender su hermosura, otros su elocuencia, y muchos ponen en la almoneda sus virtudes o sus vicios", expresaba Séneca y “El también español Marcial remacha: "Si uno es honrado, no es seguro que pueda vivir en Roma".